Sanely, crónica de un cuerpo escultural
“A las siete de la mañana, desayuno cinco claras de huevo con jamón de pavo, una taza de piña con té verde“. Así comienza el día para Sanely, uno de los cuerpos más envidiables en la lucha femenil mexicana.
No es casualidad que la gladiadora tenga un cuerpo tan trabajado; son esfuerzos y sacrificios para llegar a conseguirlo.
La heredera de Mano Negra decidió someterse a una dieta estricta para tonificar el cuerpo.
Ahí empiezo a tomar suplementos (después del desayuno). Tomo colágeno, vitamina E, un multivitamínico que está súper fuerte para el exceso de ejercicio, te ayuda mucho para fortalecer. Como tengo mucho desgaste en el músculo, tengo que darle más para que esté bien.
La alimentación es el 80 por ciento de todo. Mucha gente me ve y piensa que yo me mato en el gimnasio. Y no, la verdad no. Sí, hago lo que tengo que hacer: procuro ir diario al gimnasio, pero si no, con tres veces que vaya a la semana, y mi cardio, tengo.
La atleta, para poder convertirse en luchadora profesional, tuvo una condición: estudiar una licenciatura. La Universidad Nacional Autónoma de México la cobijó durante su carrera y se graduó en Psicología.
En 2014, participó en una competencia de fisicoculturismo, para la que tuvo que exigirse aún más resultados positivos para con su cuerpo.
En aquel entonces estaba “gordibuena”. Tenía mis buenas lonjitas, de hecho, con más “nacha” y más pierna, que era donde traía la grasita. Toda la vida he hecho ejercicio, me la he vivido en el gimnasio, pero nunca había visto resultados así.
Puedes leer la entrevista completa a la esteta del CMLL, en el siguiente link.
Con información de Vice.
