Atlantis: “Ya regresé, que hagan fila los rivales”
Después de un parón de mas de casi año y medio a causa de una lesión y al freno de actividades por la pandemia, Atlantis vuelve con nuevos bríos a su casa, el Consejo Mundial de Lucha Libre.
Lo hará en una triple celebración, el 65 Aniversario de la Arena México, festejar a los infantes en su día y su retorno a los cuadriláteros, ya sintiéndose preparado.
Regreso después de 17 meses que estaba recuperando, en rehabilitación y la pandemia. A mí me favoreció más la pandemia porque me fortalecí, es más me van a ver mejor que Atlantis Junior.
Retorno en un ambiente inédito para el Ídolo de los niños.
Estoy más nervioso que el día que debuté. Una sensación encontrada porque nunca he luchado sin público.
Estoy muy contento que la empresa me haya tomado en cuenta en esta fecha tan especial, haciendo tres eventos en uno, festejando 65 años de la Arena México, la mejor arena de México y del mundo entero, y al mejor público de las arenas, que es a los todos los niños, y el regreso de Atlantis.
Su figura, ya sinónimo de la seria y estable, ha estado desde hace 37 años en el ring. Del inicio de la leyenda comparte.
Yo soy Consejo Mundial de Lucha Libre 150 por ciento. Aprendí en la mejor escuela de México y el mundo, la Arena Coliseo Guadalajara, con el mejor maestro nacional e internacional, el Diablo Velazco. Duré ocho años amateur, aprendí cuatro clases de lucha, olímpica, grecorromana, intercolegial y lucha libre. Es más, yo todavía sigo aprendiendo. Ahorita en rehabilitación el coach que me está ayudando es Atlantis Junior.
Me vine a la capital a debutar en junio del 83. Debuté en la Pista Revolución, una arena que ya no existe allá por Mixcoac. En ese momento, tenía la máscara en mano, no me la ponía antes de luchar y el Güero Rangel, réferi, me dice niño que no va a luchar, va a luchar enmascarado o sin máscara. (Le dije) enmascarado, estaba todo nervioso. Luego me pregunta a que le tengo miedo, (dije) yo estaba dispuesto a luchar cuerpo a cuerpo a con hombres fuertes y luchadores muy experimentados de lucha olímpica, yo al que le tengo miedo y respeto es al público. Yo pensé, nada más duro dos años de profesional y me retiro. Ya vez, tengo 37 ahorita me voy a poner a retomar mi carrera. A mí me encanta la lucha libre, es un deporte de alto rendimiento. Hay que tenerle mucho respeto.
El amor que siente por este deporte no estuvo cuando dio sus primeros pasos en la lucha, pues curiosamente fue introducido por su padre.
Yo era un niño muy hiperactivo, mi papa me metió a la lucha libre porque ya no me aguantaba. Fui a muchas competencias a nivel nacional. Siempre he sido de una mente triunfadora, yo cuando hago una cosa me dedico un 150 por ciento. Una cosa rara, es que yo no quería ser luchador. Entrenaba y entrenaba, y ya estaba seis o siete años, y compañeros debutaban y el profesor me decía chulada. Me preguntó: chulada, ¿No piensas hacer tu examen o no quieres ser luchador?. Yo le dije que no quería ser luchador profesional. Un día un compañero me invitó a Zapopan a una arenita de 50 gentes, y le faltaba un compañero. Salí con mis tenis y unos shorts que me prestaron de ahí, subí a luchar y me enamoré de la lucha libre frente a 35 personas.
El viaje del luchador es uno lleno de emociones, sin estar exento de los sacrificios. La figura de Atlantis es enorme, y ello conlleva críticas.
Como persona y como luchador, llegué aquí solo de 20 años tocando puertas y encontrarme con muchas montañas de rocas, rocas muy duras de romper. Batalle bastante. Muchos aficionados, me da risa, dicen que a mí todas las cosas me las han regalado, que campeonato y que máscaras, eso es pura mentira. Son aficionados que nomás ven dos veces la lucha, y no saben la historia de Atlantis. No solo Atlantis, un luchador se sacrifica mucho es un deporte de alto rendimiento. La lucha libre es muy complicada. A mí nadie me regala la máscara, yo todo lo he trabajado y todo lo he conquistado a puro valor mexicano. No creas que a cualquiera le dan la oportunidad de una máscara contra máscara. Una gente que tenga las agallas, que sabe que vas a llenar una arena. Yo no sé porque la gente dice que me regalaron la lucha, las máscaras. Invito a todos esos aficionados que suban a luchar en mi lugar y yo les pago 100 veces lo que yo gano. No saben ni lo que dicen.
Trabajar para el CMLL siempre ha sido el objetivo, no cree que esté solo en esa meta.
Porque es la mejor empresa de México y del mundo entero. Es la empresa más longeva, va a cumplir 88 años, ni Estados Unidos, ni Japón ni Inglaterra. Siempre me ha tratado bien la empresa, yo siempre he sido una persona responsable y la empresa te trata bien porque eres una persona profesional y responsable. Yo he tenido ofertas de todas las empresas, nacionales e internacionales, pero nunca le han llegado al precio, y no tenía ganas de cambiarme.
Cuando un luchador de México, o que entran de otras empresas, el deseo de un amateur es ser luchador de la Arena México, ser estrella, ser campeón mundial y un viaje a Japón. Ese es el deseo de todos los luchadores que estamos entrenando.
Como todo un valiente, no se hace chico frente a los retos.
Atlantis jamás está contento. Siempre estoy con retos, estoy preparado para cualquier reto. Soy de Jalisco, no me se rajar y soy de pocas palabras. Arriba del ring con el micrófono y con la sangre caliente y la adrenalina a tope quien sabe qué cosa vaya a decir y me voy a comprometer otra vez a un máscara contra máscara. Ya regresó Atlantis, hagan fila rivales.
Estoy para serviles estoy mejor que antes. El nombre de Atlantis está plasmado en letras de oro, el máximo ganador de máscaras en la Arena México, en eventos especiales, en Aniversarios, en Homenaje a Dos Leyendas.
Me voy de lunes a lunes al gimnasio, voy al parque a correr, me pongo a levantar pesas al gimnasio y además voy dos a tres días a la Arena México a luchar en el ring. La lucha libre nunca se deja de aprender.
Nuevos rostros han surgido dentro de la lucha libre, y en estos valores El ídolo de los niños ve las hechuras del Consejo y su escuela, dándoles sello de aprobación.
Bastante bien, el Consejo Mundial de lucha Libre tiene una super escuela. Luchadores muy buenos, de muy buena calidad. La empresa por eso se distingue, tiene una camada de jóvenes impresionantes, yo los veo y hasta les tengo miedo. Porque tienen muchos años de diferencias, y sabe más el diablo por viejo que por diablo. En la fuerza y en la juventud no voy a competir con ellos pero la experiencia, la condición y los reflejos, si puedo competir con todos esos jóvenes.
Cuando aposté la máscara contra La Sombra le llevaba como 25 años, yo le tenía miedo a él porque era muy joven y muy fuerte. Lo empecé a cazar, lo empecé a cansar, y la experiencia me abrió la llave del triunfo.
Mi preparación, el apoyo del público, condición, estar cazando a la presa, he sido un triunfador. Todos vamos con la misma mentalidad de ganarle la máscara al rival. Luego, si le ganas la máscara a Atlantis te vas hasta las nubes. Yo tengo que cuidar a capa y espada mi nombre, mi trayectoria, todo. Me ha costado mucho el personaje de Atlantis. Lo tengo limpio e intacto, como soy el ídolo de los niños debo tener una cultura, ser un espejo, que le digan a su papá quiero ser como Atlantis, un gran triunfador, un gran ser humano, un gran papá, un buen profesional , responsable. El ejemplo ahí está en mi hijo.
El impacto de su carrera luchística le ha brindado oportunidades fuera del ring.
Tengo ofertas de un libro, una serie, estamos en pláticas. He hecho muchas cosas, muchas facetas, he acompañado a muchas personalidades en campañas, Atlantis ha andado por todos lados. Por eso me ha costado, yo casi no tengo tiempo libre, cuando tuve 17 meses 30 horas por día libre . Pero ya me empiezo a reactivar, me han llamado mucha gente a nivel nacional e internacional, tengo fechas para regresar. Tengo la agenda este año bastante saturada y más el 2022.